Cómo aumentar la productividad dentro de una empresa

Si hay algo que una empresa persigue desde el mismo día de su creación es el aumento constante de la productividad. Sin embargo, a pesar de que este concepto esté ya muy manido, no siempre se tiene constancia de cuál es su significado.

Y es que, la productividad no es más que tratar por todos los medios posibles, y aplicando las técnicas que sean necesarias, ofrecer una mayor producción con los mismos recursos. Unos recursos que se enfocan, por lo general, desde dos puntos de vista: el tiempo y el dinero.

Dicho esto hay que hacer hincapié en algo que es clave. No todas las empresas, sobre todo las más grandes, saben qué sistemas aplicar para que la producción aumente. Un aumento en la productividad que si se ve desde un prisma más amplio se observa que no es tan complicado.

7 puntos clave para aumentar la productividad

Antes de comenzar con estos aspectos claves hay que decir que un aumento en la productividad siempre es beneficioso. No solo desde el punto de vista de la relación ingresos/beneficios sino también desde el punto de vista de la propia marcaya que el tener una buena productividad siempre contribuye a aumentar la reputación.

Hay que buscar una modernización

Esto es clave. De nada sirve querer alcanzar una mayor productividad si no se cuenta con los medios y los recursos apropiados. La inversión en equipamientos, maquinarias, empleados y en nuevas tecnologías es vital para poder agilizar los procesos.

Si esta inversión no se lleva a cabo la productividad no podrá incrementarse dado que llegará un momento en el que las personas que trabajan en dichos procesos no podrán avanzar más rápido y por lo tanto no podrán producir más de lo que ya lo están haciendo. Añadir también en un detalle importante.

Esta inversión no debe verse desde el punto de vista de un gasto sino de una inversión que en el medio plazo se va a recuperar permitiendo, al mismo tiempo, que la empresa avance y progrese dentro del sector.

No dudes en innovar

Tienes que tener en cuenta que tu competencia siempre va a tratar de ir un paso más allá de lo que ya lo está haciendo. Esto debe ser motivo más que suficiente para que tu empresa también invierta en innovación y no se quede atrás. La innovación no solo te obligará a buscar nuevas soluciones a lo que ya estás haciendo sino a que estas sean más eficientes bien en tiempo o bien en dinero. No en vano, una partida del presupuesto anual de la compañía debería ir dedicada a la innovación.

El personal debe formarse continuamente

Tu equipo debe tener la formación y el conocimiento suficiente como para afrontar esta nueva realidad. Y es que, los nuevos procesos así como las innovaciones y mejoras en los ya existentes deben ir acompañadas de la formación pertinente. Solo de ese modo el personal que tenemos a nuestro cargo comprenderá esta nueva filosofía y podrá sacarle mucho más partido.

Mantén a tu entorno motivado

Si se pretende que todos los nuevos procesos que se han ideado, así como los que se han mantenido, sean lo más productivos posible, debemos mantener a los empleados motivados. De esta manera no solo tendrán una actitud más positiva frente a la tarea que tienen que desempeñar sino que, al mismo tiempo, se mostrará, más proactivos lo que hará que continuamente tomen iniciativas que no hagan otra cosa que mejorar el proceso diario.

Una motivación que no solo tiene que venir desde reuniones y charlas constantes poniendo en valor lo que hacen sino que también debe venir acompañada de una remuneración económica en el caso que se hayan cumplido los objetivos marcados.

Ten una planificación

Aunque haya empresas, sobre todo las más pequeñas, que piensen que planificar un determinado periodo de tiempo en base a unos objetivos, puede ser una pérdida de tiempo, hay que decir que no lo es en absoluto. Y es que, esta planificación obliga a todos los miembros implicados a remar en la misma dirección. Una dirección que se ha marcado previamente y que ya se sabe que cuenta con una serie de recursos determinados y concretos. De esta manera el margen de error se reduce mucho.

Forja alianzas con otras empresas

En casi cualquier sector, cada día más se observa que es muy complicado emprender una aventura, y que esta tenga éxito, en solitario. De ahí la importancia de conocer los personajes más importantes de nuestro sector y tratar de crear sinergias en las que ambas partes salgan beneficiadas.

Puede ser que esta alianza cubra alguna carencia que tengamos o, también, puede ser que potencie aún más alguna de nuestras fortalezas. Sea como fuerte lo cierto es que con el paso del tiempo habremos ganado un socio y un buen puñado de recursos adicionales.

Expándete de manera progresiva

La expansión es muy importante. Con el paso del tiempo deberás tratar de abarcar nuevos territorios. Hoy en día, con ayuda del marketing online o las redes sociales, entrar en contacto con otras provincias o incluso otros países es muy sencillo. Cada cierto tiempo se debe sondear el mercado y estudiar la posibilidad de adentrarnos en un terreno que puede ser potencialmente beneficioso para nosotros ya que la productividad puede verse incrementada.

Para terminar, merece la pena decir que todos estos cambios que hemos comentado en estas líneas pueden ser muchos para acometerlos de una sola vez. De hecho, lo que se recomienda es que estos cambios se aborden de manera progresiva y siempre en función de las necesidades de la propia empresa. Puede ser que en un caso concreto haya que priorizar el crear nuevas alianzas o, en otro caso, puede ser que la formación de los empleados sea lo más importante. Lo que está claro, en cualquier caso, es que estas directrices deberían ser el camino a seguir si lo que se pretende es aumentar la productividad dentro de tu sector.

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