Los sellos automáticos o matasellos son elementos muy comunes e importantes en cualquier lugar donde se trabaje con documentos, especialmente.
Da igual que hablemos de una empresa pública o privada, un particular que ofrece sus servicios a todos tipos de clientes, una institución del estado o una escuela, estos sellos son muy útiles en la actualidad.
Y es que un sello automático es una genial herramienta que te ahorrará mucho tiempo, esfuerzo y, además, es capaz de generar una imagen de marca fabulosa. Por ello, es un elemento clave si quieres darle reconocimiento a una marca.
No hay dudas que el sello automático es un arma secreta que te dará muchas ventajas, ya que podrás hacer una firma a alta velocidad para validar cualquier documento.
Esto le dará una marca personal al negocio o la institución, los que genera una gran impresión tanto en el documento, como en las personas.
Tipos de sellos y su funcionamiento
En el mercado existen distintos tipos de sellos y a continuación los daremos a conocer
El clásico sello manual, es considerado de los sellos contemporáneos que salieron al mercado y el que originó la aparición de los demás modelos.
Es un sello con una montura de madera o de otro material como el plástico, que se empapa en un tintero independiente al sello.
Luego del sello clásico, nace el sello automático o también llamado autoentintable. Es un sello que se solapa a una montura, que suele ser de plástico o metálica (en el caso de los más robustos) y que lleva acoplada una almohadilla de tinta en su interior.
De esta forma, no es necesario tener un recipiente de tinta o tampón externo. Dentro de los sellos automáticos, también existen distintos tipos.
Estos pueden ser estándar con un único motivo impreso, fechador o numerador de repetición automática, o con diversas ruedas móviles para imprimir la fecha o las cifras deseadas.
Por último, también existen sellos en seco o en relieve. Estos son sellos que tienen una placa rígida metálica en la parte inferior o base, con un ligero relieve del motivo que se quiere estampar.
Con ellos, solo es necesario realizar un poco de presión con el sello en el documento para que quede marcado (esta vez sin tinta).
Podemos decir que existen más tipos de sellos, pero, por lo general, el sello automático es el más utilizado en la actualidad debido a su sencillez y eficiencia.
Cuáles son los materiales más comunes para la fabricación de sellos automáticos
Para hacer un sello automático, los materiales más utilizados en la actualidad son la resina de fotopolímero y el caucho o goma.
La resina se lleva a cabo mediante una técnica de insolación y el segundo material a través del corte de la goma o caucho.
Una vez que ya se tiene grabado el sello, se suele montar en máquinas de tinta automáticas para su mejor utilización.
Características de los sellos automáticos
Existen varios modelos de sellos automáticos, pero una característica que comparten todos y es muy clara, es el material con el que están fabricadas sus matrices, el cual como dijimos suele ser de resina o caucho (goma)
Los sellos automáticos nos facilitan un poco el trabajo del sellado, pues disponen de un recipiente con tinta, el cual se encarga de entintar la matriz para estar lista después de cada sellado.
La forma de estos sellos también es una característica especial. Los tradicionales disponen de un troquel muy cómodo para sellar. Aunque no son los únicos, ya que existen algunos sellos automáticos que también cuentan con un troquel.
Aunque lo más común hoy en día, es encontrarnos con una forma rectangular que resulta fácil para sellar.
Ventajas de los sellos automáticos
Entre las ventajas que éstos sellos tienen, podemos nombrar las siguientes:
- Son muy sencillos de utilizar.
- Sellar con ellos será muy rápido, preciso y seguro.
- Podrás estampar la imagen o firma de tu marca en una gran cantidad de lugares en solo minutos.
- Son más eficientes que los sellos tradicionales.
- Los encuentras en diversos colores, modelos y materiales.
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Cada persona es única, al igual que lo es cada negocio o empresa. Por ello, una firma es más que un simple escrito o dibujo, estamos hablando de una verificación personal e intransferible, y lo mismo ocurre con un sello.
Y es que el sello es una forma fácil, única y rápida de validar o marcar un documento. Por ello, cada sello es distinto como su portador.
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